viernes, 20 de abril de 2012

El único encuentro

Exploré por primera vez el abecedario. Nunca como ahora te resultaron inútiles las letras. Ni en renglones ni en lengua. Combinadas, me dije, serían digeribles. Pero te empachaste de oraciones y vomitaste mayormente las M, y las H. Combinadas con una i, una j y otras más que no recuerdo.


Probé con los sonidos, quizás alternar entre negras y corcheas...Pero sólo te ensordecían de mudas que eran. Viré hacia las blancas, muy puras para tu gusto.

Luego me decidí por algunos colores, secundarios en su totalidad.
Sólo entendías los primarios. Yo no los conocía.

Alguien sugirió el tacto pero con sólo intentarlo mis dedos empezaron a acortarse y la piel a encogerse. La tuya.

Y fue así que primero vos, después yo y al mismo tiempo los dos entendimos la soledad.

domingo, 8 de abril de 2012

el hijo bobo

hoy me acordé que estabas acá.
Lo se, soy abondónica, poco maternal.
De vez en cuando te visito y pienso que no has salido tannn mal...
Pienso que estás a mitad de camino. Así son mis gestas: cabo sueltos, melodías inconclusas.
Y por eso mismo, creo que no saliste tannn mal...