miércoles, 24 de agosto de 2011

Prólogos

Si usted sufre de apegos infinitos, usted está leyendo el instructivo adecuado. Si este no es su caso, lamentamos no contar con páginas alternativas que puedan ser de su interés. Nosotros padecemos el apego, por lo que desconocemos vías de navegación alternativas que lo lleven a nuevos lugares.
Con el solo objeto de librarlo a usted, sujeto empobrecido en instantaneidad y cortoplacismo,de las contrariedades producidas por lazos de larga data, he aquí lector, un instructivo interactivo y adhesivo como sus sentimientos.
Aquí, en este espacio tan o más desolado que usted de recursos genuinos para el olvido, le daremos algunas pautas para convivir con el arraigo desolador. Este destructivo, realizado por expertos del área certificados bajo normas Q.U.I.S.O 9000 (alguna vez y para siempre) será entregado a usted a efectos pedagógicos y con suerte, antipatógenos.
Esta información no deberá ser distribuido a tontas y a locas. Mejor dicho sólo a tontas, las locas están dentro del círculo de lectores a las que podría interesarles esta información.
Este manual, de extenso contenido, debió ser modularizado para su mayor comprensión. Le agradeceríamos que pudiera abandonar el primer módulo a efectos de continuar con su proceso sanador. Sin embargo, comprendemos que alejarse del primer tomo pueda ser una conflicto para nuestro lector por lo que tuvimos a bien volcar la mayoría de los conceptos de interés en el capítulo I.
No queremos terminar sin antes agradecer a todos aquellos que han inspirado nuestra búsqueda por la mejoría:
A ustedes, la mitad más uno: seres evolucionados que sólo logran apegarse, con suerte, a su plato de comida preferido.
A ustedes, que han institucionalizado frases de una sonoridad tan pobre como su arraigo afectivo: "al pasado pisado".
A ustedes, desalmados hijos de una remil puta, gracias por no dejarnos ni siquiera escribir sobre otra cosa.

domingo, 19 de junio de 2011

Excedidos en faltas

Cuando faltan:
5 centavos para el peso o la birra,
1/4 litro para armar el botellón,
una palabra menos para tener la frase justa
y esa carta para hacer chinchón.
Un fichín en el bolsillo para el último jueguito,
un punto negro borrado en el dado para hacer escalera,
un saquito en el bolso para mitigar el frío.
Una porción menos para no estar lleno,
un sí en negrita para que sea afirmación,
una mirada fija para que sea verdadero
y un diente para que parezca un piano de cola.
Una excusa de menos para creer,
una mentira de más para desconfiar
un pelusa extra para limpiar
o un solo renglón en blanco para firuletear
Es ahí cuando sabemos que nada falta para ser un poco más neuróticos...

domingo, 20 de febrero de 2011

Lazy eyes

Hoy lloro con las uñas,
con las pecas
y con los dientes.
Lloro con la axila,
con el vientre,
con el antebrazo.
Hoy lloro desde la garganta,
desde el estómago,
desde la vesícula.
Lloro con el dedo gordo
el meñique
y también con el pulgar
Hoy, son sólo mis ojos
los que se niegan a llorar.

domingo, 23 de enero de 2011

Errar es humano, perdonar es divino...

No podía equivocarse en el amor.
Hace tiempo ya,  había descubierto que los dioses no le darían respiro. Si daba un paso en falso, hacía un gesto incorrecto, decía aquellas palabras de más o pecaba de escueta y decías esas de menos, los dioses la castigarían arrebatándole a su amado para siempre.
La primera vez que le pasó, pensó, ¿quién no comete errores? En esa oportunidad pagó su condena pensando que la próxima vez sería distinto y alguien sería más paciente con sus fallas mortales. Luego al ver que caía una y otra vez en torpes movidas de ajedrez que la dejaban casi al instante fuera del tablero, entendió que ella no tendría más que un juego permitido con cada jugador.

Los dioses ya se habían decidido: para ella la primera tirada era la definitiva.

Ella les explicaba en medio de súplicas y papel higiénico Scott, que era una simple mortal. Sólo pedía que le concedieran una chance más como a tantos otros mortales a los que ella misma había pescado haciendo cosas horrendas y aún así tenían su segunda, inclusive su tercera oportunidad intacta.
Pero por más ejemplos que diera, explicaciones que proporcionara, perdones que pidiera, ellos eran dioses y no eran flexibles! La única oportunidad que ella tendría sólo sería su próximo amor. Y más vale que esta vez no lo arruinara!