domingo, 13 de julio de 2008

Recorridos empíricos

Casi ningún taxista me cree que Miró cambia de sentido cerca de mi casa. No pueden aceptar que cuando corta Rivadavia va para allá, y unas cuadras más tarde vendrá para acá. Y como se que soy despistada y que el concepto de izquierda y derecha me presenta conflicto, dudo sistemáticamente de este conocimiento todas las veces que aparecen sus muecas de descreimiento. Entonces intento visualizar en qué sentido doblan los autos cada vez que salgo por las mañanas. Y sí, pareciera que estoy en lo cierto. No? El otro día, decidí cortar por los sano: “Ok, tome Miró, y descubrámoslo juntos”.

2 comentarios:

Javi! dijo...

“Ok, tome Miró, y descubrámoslo juntos”.

sonó a invitacion, para mi que tengo cerebro deformado de taxista.

Mrs Magoo dijo...

jajaj yo no quisiera tomar ESE taxi eee!