domingo, 15 de junio de 2008

Fue un verdadero gusto, pero adiós.

Y por el momento o quizás para siempre le dimos fin a IMPAR. En total, unas 14 funciones entre el año anterior y este. No fue angustiante, sólo fue un ciclo natural. En mi grupo somos todas muy de culebrón, todo se toma en dimensiones grandes. Pero últimamente, casi todas venimos atravesando un proceso de abandonar la oscuridad, inclusive desde la propuesta actoral. Impar era lúgubre, una cachetadita, al menos así la vivíamos nosotras. Y por el momento no es lo que estamos siendo, o lo que necesitamos. Fue un lugar de búsqueda interesantísimo, un desafío, un estilo que no tenía que ver con nuestra formación, una prueba, una exposición que era necesaria para abandonar el lugar de alumno y producir. Fue diversión, comunión, ruptura, pelea, odio, amor, convicción, inseguridad, energía.
Fue.

No hay comentarios: