Lo mejor de este día del padre fue ver a mi otro viejo. Festejar al que no veo todos los días. Al que no me tiene acostumbrada pero que adivino, intuyo. El que a sus 60 y largos años de estructura y rigidez, puede pedirle perdón a mi hermana con un abrazo honesto y emocionarse. Ese es el padre que hoy festejé.
No hay comentarios:
Publicar un comentario