martes, 1 de abril de 2008

Yo también tengo un personal trainer

Sí, desde hoy tengo un coach literario. Como habrán visto, mi calidad narrativa no es gran cosa. Nunca fui buena escribiendo, ni en la escuela, ni fuera de ella. Matemáticas, física, química, eso sí era más lo mío. De hecho, si retrasé en gran parte este blog fue por no considerarme una digna escritora. Sin embargo, creo que esta debilidad no debería condenarme al oprobio de una vida sin blog.
Por lo tanto, en coordinación con mi amigo MESPI, decidí establecer una especie de tutoría literaria. Cosas básicas: horrores de ortografía, puntuación, indentación, y otras cuestiones que desconozco por completo pero que seguro llegarán a su tiempo de las manos del tutor. Cuidado!, el no tendrá injerencia en los temas a tratar, ni la forma en que se lo haga. Simplemente un mínimo de estética que haga llevadera la lectura.
MESPI, desde hoy, además de darme consejos sobre como descargar un programa a un controlador sin hacer colapsar una planta de lubricantes, serás nombrado CORRECTOR LITERARIO. Se que será una ardua tarea, hay mucho por pulir. Pero yo seré como un Anekin Skywalker, como un Daniel San de las letras: una aprendiz dispuesta a absorber las enseñanzas del maestro. Eso sí, en cuanto me rompas mucho las pelotas, me paso al lado oscuro.

1 comentario:

Desirée dijo...

Una pregunta vital: Mespi, ¿es pantalones? Y en caso de que sea así, ¿se puede hacer correcciones literarias siendo pantalones y, probablemente, con camisa a cuadritos?