viernes, 11 de abril de 2008

Dime como escalas y te dire quién eres

Alguna vez alguien me dijo que se vive como se sube una montaña. Al principio me sonó como frase de la novicia rebelde, “cuando se cierra una puerta, se abre una ventana” o algo así. No se por qué, reconozco que no tiene que ver, pero hay algo en la sonoridad de esa frase que me remite a esa película. Volviendo al punto, y dejando los prejuicios de lado, hice un breve y simple ejercicio mental: empecé a recordar algunas de las pocas escaladitas que hice en viajes.
Claramente distinguí los siguientes comportamientos:
-El que hace todo el ascenso, calladito, cargando su peso.
-El que carga su peso y está dispuesto a cargar con el del otro. Y nunca pero nunca, permitiría que alguien le cargue sus bártulos. Demasiado autosuficiente para permitirlo.
-El que no duda en entregarle la mochila al anterior cuando fuera necesario
-El que se queja constantemente por la subida empinada, las piedras en el medio., el calor insoportable, le falta de aire.
-El que tiene miedo a los bichos, poner un pie en el lugar equivocado y pisar en falso, y caer estrepitosamente al vacío. Pero igual se dispone a subirlo, con todas las precauciones del caso, obviamente.
-El que prefiere subir en aerosilla
-Y el que directamente prefiere quedarse en la base y esperar al resto del grupo para tomarse unos mate. Al fin y al cabo la vista desde allá arriba no debe ser nada del otro mundo...
Después de observar todos los comportamientos, la frase ya no me sonó tan pedorra. Es más, decidí que al menos una vez por año, voy a escalar por lo menos un montecito. Sólo para saber con qué actitud ando por la vida.

3 comentarios:

Ada dijo...

También sería interesante pensar como bajamos, porque a veces subir es más fácil. Saludos con preguntas!

Mrs Magoo dijo...

Ada, por favor, no vale generar más interrogantes a esta mente atormentada!JAJA
Gracias por sumarte, y saludos!

Lirium*Lilia dijo...

Muy bueno, ya mismo buscaré alguna sierrita para escalar, después veré. Aunque, después de leerla estaré condicionada, no? Mejor lo dejo para otro día, já! Beso.